El caso es que para que mi panadera sea la más elegante del lugar le hice un imperdible con un lacito que luce todos los días en el uniforme. Hoy le ha puesto una pluma, para que sea más guay aún (no sé la procedencia de dicha pluma).
Pero ella me ha regalado lo mejor, ¿queréis verlo? Ahí va...
un kit completo de maquillaje, si, si con espejo, barra de labios, pie para que se mantenga mientras me maquillo y como no, lo más importante, pulsera de caramelo.
Ahora yo sí que voy a ser la más fashion del lugar. Un beso gigantesco a la Panadera más guapa del mundo, es un sol. (Un especial agradecimiento a Doña Leticia por no gastar el dinero del contribuyente en absurdos imperdibles de diamantes que acaban pasándose de moda)
1 comentario:
jajajajaj,
Es genial!!!!
yo quiero unoooo, a ser posible de Bob sponja!
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